Manifestación y referéndum “Por Gaza”, un fin de semana para las almas hermosas
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La cita
La plaza del 7 de Junio funciona como motor y anzuelo para el referéndum del día siguiente, mientras artistas, intelectuales y sectores de la sociedad civil utilizan ahora Oriente Medio como anfetamina de protesta social para difundirla por todas partes.
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En televisión, se les llama "dos programas" . Son formatos ubicados estratégicamente en la parrilla, uno tras otro, partiendo de la premisa de que los espectadores no suelen cambiar de canal si hay coherencia de género o público objetivo ("L'eredità" nos lleva hacia la gran noche de RaiUno, "Otto e mezzo" nos lleva a Floris y Formigli, etc.).
Así ocurre con la gran manifestación "por Gaza" del 7 de junio, motor y gancho del referéndum del día siguiente . "Alto al genocidio y mañana VOTEN SÍ" es, de hecho, un paquete perfecto. Liberemos Palestina, descolonicemos el trabajo: es difícil sentirse más justo en un solo fin de semana. "¿No ves cómo todo está vinculado, interconectado, todo forma parte de una gran batalla por la democracia y la resistencia?", parecen decirte Landini y Schlein mientras echas un vistazo a escondidas al pronóstico del tiempo (tiempo estable el sábado, sol, 32°-35°) y quizás te detienes a pensarlo. Luciano Canfora, el profeta de la filología, también nos lo explicó: primero Meloni, que es "un neonazi de corazón". Luego "el Estado de Israel", que es "el heredero del Tercer Reich y produce una política de genocidio". Sólo hay que conectar los puntos (Canfora es el mayor testimonio vivo de que “estudiar latín y griego es inútil, pero agudiza el pensamiento crítico”).
Como en la "audiencia de entrada" televisiva (como dicen los buenos), la indignación por Gaza debería volcarse en los despidos, la Ley de Empleo, los contratos temporales, la ciudadanía italiana para extranjeros con plazos reducidos a la mitad. Si no podemos detener a Netanyahu, al menos detengamos a Meloni . Estamos unidos en el odio hacia el Israel colonizador y sus amigos italianos (el gobierno, pero también un poco de Renzi y Calenda, que de hecho van al Teatro Parenti de Milán, dos pueblos, dos estados, dos manifestaciones). Estamos entre dos lugares simbólicos de la izquierda-izquierda: la plaza del concierto sindical que se funde con la de la Roma multiétnica y bohemia (Piazza Vittorio, ahora rebautizada como "Piazza Hamas", escenario de sentadas y "aperifadas" todos los sábados). En resumen, ¿cómo no ver que si al día siguiente votas NO o vas a la playa, en el fondo también eres un poco "cómplice del genocidio"? Además, la acusación vuela como pan caliente: basta con ir a un Carrefour, imagínense si se niegan a participar en un baño democrático como este, prefiriendo el mar .
Nuestra mejor juventud —artistas, intelectuales, sectores de la sociedad civil— ahora usa Gaza como una droga eufórica. Una anfetamina de protesta social que se esparcirá por todas partes. No sé cuántas banderas israelíes veremos en San Giovanni, las de los "rehenes" y "dos pueblos, dos estados". Tampoco he entendido si se pueden traer o no (consejo: mejor no) . El clima es el que es. Lo pensaba ayer, cuando celebrábamos el aniversario de su nacimiento: si hoy Michela Murgia escribiera por WhatsApp: "No es nada complicado, creo que como Hamás", ganaría la Strega directamente, sin siquiera leer el libro.
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